EL PASADO NOS ALCANZA
El allanamiento de la sede de la Asociación para el Avance de las Ciencias Sociales –AVANCSO– la noche del 17 al 18 de enero de 2013, de donde fueron sustraídos equipos de cómputo conteniendo información valiosa de investigaciones en proceso, nos pone frente a una situación en la cual no se deben pasar por alto síntomas de deterioro creciente en la tolerancia y racionalidad para enfrentar las diferencias, conflictos y problemas heredados de la vida nacional de los últimos treinta años.
En el último año ha sido evidente que las posturas generalmente enfrentadas dentro de la sociedad adquirieron notoriedad discursiva y difusión mediática, a la par que ocurrieron hechos graves derivados, tanto de la conflictividad social ya instalada en el país, como de la confrontación política o económica que se dirime alrededor o con pretexto de la mencionada conflictividad.
En este contexto, la actividad académica, propositiva o simplemente de denuncia de las diferentes organizaciones sociales, corren el riesgo de convertirse y, de hecho haber sido tomadas como, participantes oficiosas de los sectores que en conflicto por diversos intereses, actúan en la vida social, política o económica del país.
