El informe: Congreso y Redes Regionales refleja cómo las agrupaciones organizadas por regiones son un fenómeno complejo en Guatemala. Son grupos de poder que se recrean en la influencia política para enriquecerse y procurar impunidad.

Estas agrupaciones se escurren entre lo privado y lo público, lo formal y lo informal, lo lícito e ilícito. Es un fenómeno arraigado en la democracia guatemalteca y el Congreso y sus regiones representadas (distritos electorales) no son la excepción.

Antes de los comicios de 2015, se identificaron 27 redes de poder regional en 16 departamentos. Estos grupos se han afianzado en las elecciones de 2015 y durante la octava legislatura (2016 – 2020). Se identificaron 43 redes consolidadas y 17 en formación en los 22 departamentos del país.

En estas estructuras participaron 65 parlamentarios en funciones: es decir, el impacto superó el 41% del total de curules del Organismo Legislativo.

En este informe presentado por la Fundación Myrna Mack, se dibuja el mapa de las redes regionales a principios de la novena legislatura, haciendo un análisis de su impacto durante los primeros meses del año 2020.

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